EXCLUSIVO. Al frente de «Pasaplatos» por El Trece, asegura que si bien se siente actriz desde siempre, en la conducción se muestra tal cual es. El recuerdo de Gerardo Rozín y sus inigualables villanas de telenovela.

Actriz y conductora, asegura que adora ambos roles. (Foto: El Trece).
Actriz y conductora, asegura que adora ambos roles.

Carina Zampini se animó a más y no dudó en apostar a la conducción, regresó hace poco a la pantalla chica con “Pasaplatos”, por El TreceUn programa que busca al mejor cocinero de la televisión con una dinámica diferente a la de ciclos similares.

-Estuviste alejada más de un año de la televisión, ¿qué hiciste en este tiempo?

-La verdad que aproveche para descansar, venía de tres años y medio con “El gran premio de la cocina”, de mucho laburo, con la pandemia de por medio, fue todo muy intenso. Así que aproveché para conectar con mi mundo. Mi mundo es mi casa, todas las cosas del hacer de la casa que me conectan con mi cotidianeidad, mi hijo, mis amigos, mi mamá, mis hermanos. Yo disfruto de las cosas que tengo que hacer en el hogar. Pasé todas las estaciones acá en casa sin laburar. Estuve igual con bastante ocupación de a ratos, porque yo estoy contratada por Kuarzo desde hace un año, entonces nos juntábamos, nos reuníamos, charlábamos, pensábamos, junto con el canal también, así que estuvimos siempre en contacto tratando de generar algo lindo y llegó “Pasaplatos”.

El equipo de «Pasaplatos», en las tardes de El Trece.

-¿Hay algún programa que te gustó?

-Por ejemplo, yo nunca había visto en ediciones anteriores “Gran Hermano” y lo miré bastante. Así cuando me agarraba en el horario, si no me ponía a ver otra cosa ni estaba con amigos, lo ponía y me quedaba un rato viéndolo. Pero nada para decirte “me encantó”, porque no soy de engancharme con programas a los que tengo que seguir en un determinado horario, todos los días. Entonces me siento más a ver series que las veo cuando quiero, cuando tengo ganas, cuando tengo el tiempo.

-¿Participarías de un reality?

-Probablemente no. Creo que no. No te quiero decir “nunca lo haría” porque uno nunca sabe. También habrá que ver qué tipo de reality o de competencia. Me llamaron muchas veces para participar del “Bailando” y la verdad que nunca elegí hacerlo. Probablemente de un reality como “Gran Hermano” tampoco participaría.

«Me llamaron muchas veces para participar del ‘Bailando’ y la verdad que nunca elegí hacerlo. Probablemente de un reality como ‘Gran Hermano’ tampoco participaría»

-Y este regreso a la pantalla ¿cómo se siente?

-La verdad que súper feliz, porque todo arrancó de una hermosa manera. A mí me divierte mucho hacer este tipo de programas, que en este caso vuelve a ser una competencia de cocina pero podría haber sido una competencia de cualquier otra cosa. Son competencias como “blancas”, sanas, divertidas, entretenidas, en donde los “parti” pueden venir a mostrar su talento. Y la verdad que tiene un poco de todo. Así que fue feliz desde el comienzo, la propuesta, el armado del equipo, el comienzo de las grabaciones. Disfrutando. Yo tengo 47 años ya, hace 28 años que laburo en la tele y en todos estos últimos años siempre trato de seleccionar qué hacer en función de saber que tengo ganada la posibilidad de pasarla bien laburando. Eso es sumamente importante para mí.

«Yo soy lo que ven, la gente que me conoce lo sabe. Así hablo, así me río, me divierto, así me emociono»

-¿En qué rol te sentís más cómoda?

-Los dos. Lo que me pasa con la conducción es que soy más novata. Por suerte, desde que me animé a conducir en “Morfi” junto a Gerardo Rozín, que era todo una prueba, un desafío para mí, hubo aceptación, sobre todo de la gente más allá de la industria. Entonces tengo posibilidades, siempre tengo opciones para laburar conduciendo y eso me pone re contenta, pero también siento que tengo muchísimo por aprender y me genera eso; la motivación y el desafío de ir adquiriendo conocimiento sobre este nuevo rol.

Fue la primera co-conductora de Gerardo Rozín en «Morfi».

-¿Cómo lo recordás a Rozín; qué aprendiste con él?

-Muchísimo aprendí, porque Gerardo era un gran conductor y un gran productor. Y en ese programa él hacía las dos cosas. Y aprendí mucho. La forma de comunicar en la conducción, de la parte operativa de hacer un programa en vivo, nosotros hacíamos tres horas en vivo todos los días, que no es fácil. Así que la verdad es que me quedaron un montón de enseñanzas de Gerardo, más allá del agradecimiento a él y a Telefe que en ese momento apostaron a mí como conductora, lo que era un riesgo grande. Y después obviamente que recordarlo un poco lo que hace es volver a caer en la cuenta de que ya no está.

-¿Se te viene ahora a la memoria alguna anécdota?

-Te puedo decir que me acuerdo muy patente… nosotros con Gerardo hicimos una prueba, como si fuese una especie de casting, con cámaras, para que él me pudiera ver a mí siendo su compañera, y terminar de sentirse seguro conmigo. Y en ese momento él me dijo algo que me quedó re grabado siempre, me decía: “Carina vos sonreí, porque vos sonreís y todo está bien”. Como que había algo, capaz en mi expresión cuando sonrío, que a él le representaba eso. Eso me quedó. Y me lo ha dicho en cámara también, al aire. Eso recuerdo. Y después un montón de situaciones; desde cantar con una espumadera haciendo los Pimpinela… un montón de cosas.

-Si tuvieras que elegir hacer de mala o de heroína ¿con cuál te quedarías?

-Desde el trabajo de la actriz, siempre me resulta más divertido la mala porque son personajes que tienen muchas más posibilidades de matices que las buenas. De las malas que hice me quedo con Ana Guerrico de Padre Coraje. Porque estaba muy bien escrito, era una persona sufrida que se puso rencorosa a través de los años. Un personaje que disfruté muchísmo de hacer. Y después lo que pasó con Victoria Bandi (en “Dulce amor”), que a diferencia de otras buenas me generaba el desafío de componer a una mujer que tenía que lograr ser cercana y querida por el público pero que al principio no tenía características del todo queribles. Era una buena con matices y eso era un desafío.

En «Dulce amor» tuvo un rol más ambiguo.

-¿Qué es lo que más te gusta de “Pasaplatos”?

-Me resulta sumamente atractivo. Es muy dinámico, es muy competitivo también y muy alegre. Es muy entretenido. Yo me divierto muchísimo haciéndolo. Podés pasar por distintas emociones.

-¿Qué proyectos hay para después de este ciclo?

-La realidad es que no soy estratega en el sentido de proponer algo para después. No necesito, ni me llevo bien con esto de poner “zanahorias”; metas para alcanzar. Entiendo que el presente es siempre el presente, y en función de eso vamos viendo, decidiendo.